El estudio biomecánico de la marcha o pisada consiste en el análisis del pie en posición estática y dinámica así como su relación con otras estructuras como la rodilla, la cadera o la columna. Para realizar un correcto estudio biomecánico es necesario estudiar cómo afecta esta al resto de estructuras del cuerpo.

Realizando un correcto estudio de la marcha podemos prevenir la aparición de lesiones musculares y osteoarticulares como los esguinces de repetición, metatarsalgias, fascitis plantares, espolones calcáneos, tendinitis, sobrecargas musculares, condropatías, basculaciones pélvicas, etc...

Antes de la iniciación deportiva

En muchas ocasiones, obviamos elementos que son fundamentales para lograr un mayor rendimiento de la actividad física y nos dejamos llevar por las modas sin pensar en si realmente se adaptan a nuestras necesidades.

Si nuestra pisada no es adecuada no solo repercute a nuestros pies, sino a todo nuestro cuerpo.  La articulación que más puede sufrir en relación a una forma de pisar defectuosa es la rodilla. De la misma manera, muchos de los músculos que se insertan en la pierna, tienen otra inserción en el pie. Esto quiere decir que determinadas formas de pisar pueden generar sobrecargas musculares, generadas por la forma de pisar.

Por ejemplo, el running es una disciplina deportiva que se ha popularizado en los últimos años. Cuando una persona comienza a practicar deporte debería acudir a revisar su pisada ya que cualquier pequeño defecto podría causar una lesión, pues es un gesto que se va a repetir cientos de veces. Practicar deporte es muy saludable pero siempre teniendo en cuenta nuestras necesidades y adaptándonos a las características del ejercicio.

Si cuidamos nuestra pisada, lo más probable es que podamos disfrutar durante toda la vida de manera saludable del deporte.

 

Tras una lesión

Otro de los momentos en los que es recomendable hacer un estudio biomecánico de la pisada es cuando se ha producido una lesión en los miembros inferiores: rodilla, cadera o tobillo, por ejemplo. Hasta las consultas de Podoactiva llegan muchos pacientes lesionados en busca de una solución a sus problemas.

Con un estudio biomecánico de la pisada el podólogo puede detectar si la lesión pudo ser provocada por un mal apoyo continuado, que podría corregirse con un tratamiento con plantillas personalizadas.

 

Por mera prevención

Debemos ser conscientes de que el dolor de pies no es normal. Si se sienten molestias es  necesario acudir al especialista para que revise cuál es el problema.

Los pies son el único apoyo contra el suelo cuando caminamos y su forma y nuestra manera de pisar van a tener una gran repercusión en multitud de zonas de nuestro cuerpo. La revisión de la pisada está recomendada para todas las edades, desde niños hasta personas mayores.

El pie es propenso a sufrir alteraciones a lo largo de nuestra vida, sobre todo de tipo ortopédico. Cavo o varo, son las principales tipologías de pie asociadas a patologías. Por ello, es recomendable visitar a especialistas podológicos que puedan valorar la idoneidad de nuestra pisada, desde la infancia, cuando es más fácil corregir los problemas, hasta la vejez.

Es recomendable acudir al menos una vez al año al podólogo. Asimismo, es importante realizar revisiones periódicas después de un tratamiento con plantillas personalizadas para comprobar la efectividad y evolución en la pisada del paciente y valorar si se ha corregido la posición incorrecta del pie al andar.